Programmatic Blacklist: Los sitios en los que jamás deberías pautar

En la publicidad programática, no todo el inventario es seguro ni conveniente para tu marca. Aunque la automatización permite llegar a millones de usuarios en diversos sitios web, no todos estos espacios son adecuados para tu mensaje. Es aquí donde entra en juego la Programmatic Blacklist, una herramienta fundamental para proteger la imagen de tu empresa y evitar fraudes publicitarios.

En este artículo, exploraremos qué es una blacklist en programática, por qué es importante y qué tipos de sitios deberías evitar a toda costa.

¿Qué es una Programmatic Blacklist?

Una blacklist o lista negra en publicidad programática es un conjunto de sitios web, aplicaciones o dominios en los que no quieres que aparezcan tus anuncios. Estas listas pueden configurarse en DSPs (Demand-Side Platforms) y otras plataformas de compra programática para bloquear la compra de impresiones en sitios de baja calidad, riesgosos o fraudulentos.

¿Por qué es importante una blacklist?

  • Protege la reputación de tu marca al evitar que tu anuncio aparezca en sitios con contenido no deseado.
  • Reduce el fraude publicitario, ya que muchos sitios en la blacklist están asociados con tráfico falso o prácticas engañosas.
  • Mejora el rendimiento de tus campañas al evitar gastar presupuesto en audiencias irrelevantes o no auténticas.

¿En qué sitios jamás deberías pautar?

1. Sitios con contenido extremo o polémico

Las marcas deben evitar páginas con contenido violento, de odio, político extremo o noticias falsas, ya que su asociación con estos temas puede ser perjudicial. Ejemplos incluyen:

  • Portales de fake news.
  • Sitios con discurso de odio o desinformación.
  • Foros con contenido tóxico o polémico.

2. Páginas con tráfico fraudulento

Algunas webs generan visitas artificiales a través de bots y clics falsos, inflando métricas sin aportar valor real. Los signos de tráfico fraudulento incluyen:

  • CTR inusualmente alto con pocas conversiones.
  • Tráfico mayoritariamente de una sola fuente sospechosa.
  • Sitios sin contenido real o con anuncios invasivos.

3. Webs con contenido para adultos

El contenido para adultos no solo representa un riesgo reputacional, sino que también es un terreno fértil para el fraude publicitario y las malas prácticas de monetización.

4. Sitios de descargas ilegales o piratería

Las plataformas que ofrecen descargas ilegales de películas, software o música suelen estar repletas de anuncios engañosos y malware. Anunciarse en estos espacios puede afectar la credibilidad de la marca y generar asociaciones negativas.

5. Apps móviles de baja calidad o clickbait

Las aplicaciones móviles pueden ser una gran fuente de tráfico, pero algunas apps de baja calidad o diseñadas para generar clics accidentales pueden consumir el presupuesto sin generar resultados reales.

Cómo crear y gestionar una Blacklist efectiva

  1. Analiza tus reportes de campaña: Revisa en qué sitios aparecen tus anuncios y detecta patrones de bajo rendimiento o tráfico sospechoso.
  2. Usa herramientas de verificación de marca: Plataformas como IAS (Integral Ad Science) o DoubleVerify pueden ayudarte a filtrar inventarios inseguros.
  3. Define criterios de exclusión: No se trata solo de bloquear sitios obvios, sino de identificar los que no se alinean con tu estrategia.
  4. Actualiza tu blacklist constantemente: El ecosistema digital cambia rápido, por lo que es crucial mantener la lista actualizada con nuevas amenazas.

Conclusión

Pautar en los sitios incorrectos puede costarte más que solo dinero: puede afectar la reputación de tu marca. Usar una Programmatic Blacklist te ayuda a mantener tu publicidad en entornos seguros y efectivos.

Si quieres garantizar que tu campaña aparezca en los mejores espacios y evitar riesgos, contáctanos y te ayudaremos a optimizar tu estrategia programática.

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